5 razones para admirar a Suzanne Lenglen, primera tenista de la historia

16 febrero 2021 — Lectura en 5 '
Suzanne Lenglen la primera tenista de la historia
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Suzanne Lenglen es sin duda una leyenda del deporte femenino en general y del tenis en particular. Primera estrella internacional del tenis femenino, a través de su talento y su valentía consiguió romper moldes en el sector del tenis de la época, concebido por y para los hombres. Su historia es admirable. Aquí te explico cinco cosas que deberías conocer de esta gran Mujer en la Sombra.

El mundo del deporte está repleto de ídolos masculinos que han alcanzado importantes récords a lo largo de la historia. Aunque no nos lo cuenten, la lista de mujeres que han alcanzado grandes resultados, a pesar de haber sido permanentemente excluidas y enfrentadas a infinidad de barreras, es también inmensa. 

Hoy quiero hablarte de Suzanne Lenglen, considerada la primera gran diva y campeona del tenis femenino. Nacida en 1899, Lenglen, de origen francés, cogió su primera raqueta en 1910. Tan solo dos años después estaba jugando su primer torneo senior. Cuando el campeón mundial de tenis masculino, Anthony Wilding, la descubrió, le pidió sin dudarlo que fuera su compañera para jugar en dobles mixtos. Era 1911 y ella tenía tan solo 13 años.

No cabe duda de que Lenglen fue toda una pionera, y no solo con la raqueta. Ella fue la primera deportista en convertirse en todo un ídolo de masas, superando incluso en notoriedad a sus colegas hombres. Se convirtió en un referente para niños y niñas de todo el mundo y que fue respetada por políticos, hombres de negocios y por la jet-set del momento. Probablemente sin saberlo, ella hizo su particular revolución feminista.

1. Un palmarés impresionante a la par que desconocido

De 1919 a 1926, Suzanne Lenglen perdió solo una vez en individuales. Y ni siquiera fue una derrota clásica, sino una retirada por enfermedad ante la estadounidense Molla Mallory en el Abierto de Estados Unidos de 1921. Durante este mandato de siete años como emperatriz del tenis, Lenglen ganó seis veces Wimbledon y otras seis Roland Garros

En siete años Suzanne Lenglen solo perdió un partido en individuales

En los Juegos Olímpicos de 1920 en Amberes, Suzanne Lenglen ganó dos medallas de oro y una de bronce. En sus 18 años de carrera, la tenista construyó una trayectoria titánica: en total, la parisina ganó 241 torneos, dos medallas de oro olímpicas y consiguió encadenar la friolera de 171 victorias consecutivas. También fue la tenista más joven en ganar lo que hoy sería un Grand Slam. Récord que actualmente sigue manteniendo.

Suzanne Lenglen la primera tenista de la historia
Suzanne Lenglen durante un partido (c) Wikimedia Commons

2. Primera tenista profesional

Lenglen también fue la primera tenista de la historia en convertirse en profesional. Tras años de carrera despuntando con su juego, la tenista había conseguido fama mundial, pero no había ganado nada con ello. Lenglen y otras jugadoras de élite lucharon por convertirse en profesionales y dejar atrás la esclavitud del tenis amateur.

“He trabajado tan duro en mi carrera como lo ha hecho cualquier hombre o mujer en cualquier carrera. Y en toda mi vida no he ganado ni un centavo por ello. Tengo 27 años y no soy rica, ¿debería embarcarme en otra carrera y dejar aquella para la que tengo lo que la gente llama genio?”.

Finalmente, Suzanne Lenglen consiguió convertirse en profesional y en 1928 llegó a ganar cerca de 75.000 dólares por jugar 38 partidos de exhibición en Estados Unidos.

3. Nunca se doblegó

Pero Lenglen no solo revolucionó el mundo del tenis por sus impresionantes marcas. Su carácter, indomable, hizo añicos todo lo que la sociedad de comienzos del siglo XX podía esperar de una mujer. Cuando cometía un error en pleno partido, no escatimaba en quejas y era capaz de tirar la raqueta al suelo o contra la red. Muchas veces, entre set y set, prefería reponerse bebiendo brandy en lugar de agua

Su carácter, indomable, hizo añicos todo lo que la sociedad de comienzos del siglo XX podía esperar de una mujer.

En 1920, el jugador que ostentaba la corona de último torneo de Wimbledon tan solo debía jugar la final contra quien hubiera llegado al mismo punto del torneo después de duros días de competición. Lenglen se negó. Dijo que ella no era más que nadie y que si debía hacerse con el título, lo haría jugando todas las etapas del torneo. Así lo hizo y así venció. Ese año y hasta en cinco ocasiones consecutivas.

En otro torneo de Wimbledon, en esta ocasión el de 1926, Suzanne Lenglen se negó a jugar dos partidos seguidos. Amenazada con la descalificación, la tenista se negó rotundamente a presentarse en la cancha. Un gesto que la reina Isabel de Inglaterra, presente entre el público, se tomó como una afrenta personal. Cuando Lenglen juego sus partidos unos días después, la reina no asistió, y el público inglés, molesto por el “capricho” de los franceses, le dio una gélida bienvenida. Esta decisión provocó que Lenglen tuviera que competir en Estados Unidos por un tiempo.

4. Revolucionó la indumentaria

Suzanne Lenglen fue la primera en saltar a una cancha con los brazos descubiertos, sin corsé y una falda levemente por debajo de las rodillas, en una época en la que el tenis era especialmente tradicional en lo que se refiere a la indumentaria. Se había cansado de competir con el clásico vestido largo, había llegado el momento del cambio. Hasta ese momento las tenistas mujeres debían jugar con un vestido hasta los tobillos y la mayoría saltaban a la pista con sombrero. 

Suzanne Lenglen la primera tenista de la historia
Suzanne Lenglen posa junto a su contrincante (c) Wikimedia Commons

Apodada ‘La Divina’, Lenglen marcó historia también con su estilo, jugando con el revolucionario atuendo compuesto por vestidos plisados de crepé de una sola pieza, medias blancas y los conocidos como ‘zapatos Lenglen’. Un atuendo muy alabado en el mundo de la moda por su elegancia, pero con el que Suzanne quiso defender algo mucho más importante: que ella era una mujer libre.

5. Leyenda del tenis para la posteridad 

Por desgracia, Suzanne Lenglen murió muy joven, a los 39 años, víctima de una leucemia. Aunque ella se marchó, su legado nunca debería ser olvidado. Ella abrió el camino del tenis femenino para que muchas otras mujeres pudieran recorrerlo después. Luchó por que el tenis dejara de tener nombre de hombre. Defendió con bravura que las mujeres sí pueden hacer historia en el deporte.

Suzanne Lenglen abrió el camino del tenis femenino para que muchas otras mujeres pudieran recorrerlo después

En 1978, 40 años después de su muerte, Suzanne Lenglen se convirtió en la primera tenista mujer en ingresar en el prestigioso Salón de la Fama del Tenis. Leyenda del torneo Roland-Garros, la famosa competición francesa decidió en 1997 rendirle homenaje bautizando su segunda pista más importante con su nombre. Además, el trofeo otorgado al tenista otorgado al ganador del Abierto de Francia se llama la Copa Suzanne-Lenglen

Suzanne Lenglen la primera tenista de la historia
Suzanne Lenglen posa con su indumentaria de tenis (c) Wikimedia Commons

El acceso de las mujeres al ámbito deportivo ha sido lento, tardío y lleno de discriminaciones. Por ello, historias como las de Suzanne Lenglen tienen un especial valor y relevancia. Ella es una de tantas en la larga lista de referentes femeninos que con el paso de los años han seguido luchando por la igualdad y las libertades de la mujer. Su nombre sigue en la sombra, pero tú puedes conseguir darle luz. Comparte este artículo si te ha gustado.