Si tuviéramos que definir a Cándida Cadenas con solo una palabra sería sin duda pionera. Natural de un pequeño pueblo de León, aunque residió gran parte de su vida en Zamora, Cándida se dedicó desde muy jóven a la educación. Hasta que comenzó a interesarle una disciplina que ni tan siquiera existía en España: la educación física y el deporte. En este vídeo se hace un rápido repaso a su remarcable trayectoria:
¿Cómo iba una mujer a enseñar deporte?
Si era algo insólito para cualquiera, ya que el deporte como disciplina de estudio no estaba instaurado en España, lo era mucho más para una mujer. En aquel entonces pocos oficios estaban reservados a las mujeres, y desde luego la práctica y enseñanza del deporte no eran ninguno de ellos. Pero ella persistió: sabía que era lo que le entusiasmaba.
Cándida Cadenas era lo que se denominaba en aquel entonces inspectora de primera enseñanza en Zamora, o lo que sería hoy profesora de educación primaria. En 1922 recibió una beca por parte del Ministerio de Instrucción Pública del gobierno de Alfonso XIII para formarse nada menos que en Estados Unidos de aquello que consideraba su pasión: la disciplina de la educación física y el deporte.

Durante sus dos años de estudios en Estados Unidos, fue alumna en varias universidades y recibió clases de diversas modalidades como gimnasia educativa, gimnasia rítmica, bailes rítmicos, bailes nacionales, danzas de interpretación musical, juegos y deportes.
Primera profesora de educación física
A su regreso a España, en 1926, le fue denegada su petición de título de educación física en la Escuela Central de Gimnasia de Toledo por entender el tribunal que era “elemento de distorsión la presencia de una mujer en la escuela”. Como respuesta a esta negativa, en 1927 Cándida decidió abrir un gimnasio en Zamora. Allí, Cándida Cadenas creó un grupo específico de niñas, pertenecientes a todas las clases sociales, a las que quiso transmitir el valioso conocimiento que había adquirido a lo largo de toda su formación, tanto en Estados Unidos como en España. Así nacía el primer grupo de mujeres que recibían una formación de educación física.
Su valía como profesora en esta disciplina permitió a Cándida Cadenas poder seguir especializándose en la materia y en 1932 consiguió aprobar el curso de profesora de educación física realizado en la Facultad de Medicina de Madrid. Tras ese logro, continuó formándose en el extranjero acudiendo a cursos en Suiza, Inglaterra y Finlandia.
Una historia que contrasta
Lamentablemente, el régimen franquista se impuso por la fuerza en España, y con él la cultura física se convirtió en uno de los cinco cometidos fundamentales que se marcaron las jerarquías de la Sección Femenina de Falange. Cándida Cadenas, probablemente adaptándose a las estructuras del régimen instaurado en España para poder seguir haciendo lo que más le apasionaba, obtuvo un cargo en esta Sección Femenina.

Desde allí siguió impartiendo la disciplina del deporte a mujeres, formando a las primeras 200 profesoras en varios cursos intensivos en Madrid y Santander. Sin lugar a dudas, el progresismo que había demostrado desde una edad temprana contrasta radicalmente con este cargo para el régimen franquista.
A pesar de esta mancha en la vida profesional de Cándida Cadenas, no podemos negar que fue una mujer que decidió con valentía darle a su vida un rumbo transgresor, pero sobre todo innovadora. Fue una absoluta pionera en una disciplina a la que nadie se dedicaba, y de la que por supuesto las mujeres no podían formar parte. Con valentía consiguió dedicar su vida a lo que más le gustaba: formar y enseñar la disciplina de la educación física. No dudes en formar parte de este cambio y dar luz a las Mujeres en la Sombra que siguen ocultas en la historia. Comparte este artículo 💜